El planteo del proyecto en base a una secuencia de pórticos arriostrados a 45 grados con respecto al área del proyecto genera percepciones diversas sin comprometer el carácter esencial de la solución. El entrepiso suspendido en la dirección de la base actúa como contrapunto de los pórticos generando espacios diferenciados en su escala y por su comportamiento frente a la luz.